El supervisor monitoriza las tendencias en el uso del efectivo en España y centra esfuerzos en garantizar su distribución de forma adecuada, lo que requiere mantener la infraestructura y asegurar que el efectivo siga siendo un medio de pago accesible y universalmente aceptado.

Así lo aseveró la directora general de Efectivo y Sucursales del Banco de España, Concepción Jiménez en su intervención en el 'Global Currency Forum', quien recordó que, si bien la reducción de la red de oficinas ha propiciado la aparición de nuevos canales de acceso al efectivo -como de las oficinas de Correos o los ofibuses en áreas rurales-, éstos “no pueden reemplazar por completo el acceso tradicional” al dinero en metálico.

Sobre el acceso, Jiménez reiteró que los ciudadanos deben tener puntos de acceso cercanos, y apuntó que, según el análisis del Banco de España ‘Infraestructura del efectivo y vulnerabilidad en el acceso al efectivo en España’, un 3% de la población española tiene dificultades para acceder al efectivo, encontrándose en situación de ‘vulnerabilidad’ financiera.

Precisamente con relación a la protección de los colectivos vulnerables y el efectivo, la Ley de protección de los consumidores y usuarios frente a situaciones de vulnerabilidad social y económica insta al Gobierno a implementar medidas este mes de junio de 2022 para garantizar la inclusión financiera.

Por su parte, las patronales bancarias han presentado un protocolo para combatir la exclusión financiera de personas mayores, discapacitados y residentes en zonas rurales.

Jiménez resaltó también la importancia defender la libertad de elección de pago de los consumidores y, en este sentido, indicó que el real decreto ley aprobado el 3 de noviembre de 2021, que entra en vigor el próximo 28 de mayo, impide la negativa a aceptar pagos en metálico, garantizado el derecho de libertad en la elección del método de pago de los consumidores.

Aunque ha lamentado que “por otro lado, una reciente ley de medidas para prevenir y combatir el fraude fiscal ha reducido los límites de los pagos en efectivo, poniendo restricciones considerables a la posibilidad de utilizar este medio de pago”.