“Puede ser un aliado para controlar y calcular el gasto, es la mejor manera de hacerlo y en momentos de incertidumbre ayuda”, señala Javier Rupérez, presidente de la Plataforma Denaria, que defiende el uso del efectivo.
“Cuando la economía sufre, el efectivo no. Al usuario le da mucha tranquilidad y comodidad por la gestión del día a día y el control. Con tarjeta puede descontrolarse, ser más impulsivo”, dice Policarpo Ledesma, director comercial de Prosegur Cash en España y Portugal.
Datos del Banco de España recogen que el importe retirado de cajeros se contrae poco durante las crisis (2,9% en el 2008, 2,6% en el 2012). En 2020, durante la pandemia, el valor cayó el 18%, y se pretende recuperar los flujos previos a la Covid. Según el Banco de España, la preferencia del efectivo es del 60,3% entre los jóvenes de 18 a 24 años, por un 53% entre los mayores de 64 años.
Fuente: La Vanguardia - Exclusivas de la prensa de papel