El dinero en efectivo recupera terreno entre la población española, según una encuesta sobre el uso y acceso al dinero en efectivo de GAD3, y más del 46% de los entrevistados, cinco puntos más que hace un año, lo utiliza como método de pago frente a las tarjetas, que siguen siendo el método preferido con el 48%.
Muy por detrás de la tarjeta y el efectivo, los métodos más utilizados son el pago con el móvil (3,6%, frente al 4,4% anterior), Bizum (1,1%, frente al 0,9%) y transferencia bancaria (0,6%, frente a 0,5%).
Además, nueve de cada diez entrevistados -un total de 1.000 de manera telefónica- apoyan el dinero en efectivo frente al crecimiento de los pagos electrónicos y tres de cada cuatro considera que el dinero en efectivo es importante en su día a día.
Efectivo para emergencias
Durante la presentación de la encuesta, el presidente de GAD3, Narciso Michavila, ha insistido en que ocho de cada diez entrevistados consideran "esencial" el efectivo a la hora de hacer frente a situaciones de emergencia, crisis mundial como la de la pandemia o la guerra de Ucrania.
En 2021, las tarjetas de crédito o débito eran el método de pago más utilizado por el 53% de los encuestados y el efectivo lo era para el 41,3%, sin embargo, en 2022 las tarjetas retroceden hasta el 48,3% y el efectivo ha subido al 46,3%.
Por edades, ese último porcentaje se dispara al 67,7% de la población mayor de 65 años, mientras que en el rango de 45-64 años está en el 45,8%; en el de quienes están entre 30 y 44 años baja al 34% y en los de 18 a 29 años se queda en el 29,1%.
Mayores de 65 prefieren el efectivo
En conclusión, el uso diario de efectivo está más extendido entre los mayores y también entre residentes del entorno rural, ya que el dinero en metálico es la opción preferida para el 50,6% de la gente que vive en poblaciones de menos de 10.000 habitantes. Una cifra que cae al 43,7% en las de más de 50.000.
Respecto a la valoración de los medios de pago digitales, el 47% de los españoles considera "desigual" el acceso a las formas de pago digital entre las zonas rurales y urbanas, cinco puntos más que un año antes.
Más de un tercio de los entrevistados, el 35%, afirma que los medios de pago digitales "no son seguros", mientras que el 38% tampoco confía en ellos. Ambas valoraciones negativas han aumentado.