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"Suecia es ejemplo de lo que no hay que hacer con el dinero en efectivo"
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"Las criptomonedas son una amenaza para el sistema económico en general"
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"No vemos en estos momentos un derrumbe del uso del dinero en efectivo"
Criptomonedas, bizum, euro digital... La tecnología y lo digital parece estar ganando terreno a lo físico y a lo real en todos los campos, pero con mayor gran intensidad en las finanzas y los medios de pago. Javier Rupérez, ex embajador de España en EEUU (también fue diputado y senador), se ha convertido en una suerte de embajador del dinero en efectivo. Rupérez reclama desde la presidencia de la plataforma Denaria una sociedad que tenga libertad de elección, para lo cual se necesita que el efectivo llegue a todas partes y sea aceptado en todos los sitios como medio pago. En una entrevista con elEconomista.es, Rupérez aporta ideas para que los billetes y las monedas sigan estando a disposición de todos los ciudadanos, a la par que analiza el impacto que pueden tener los nuevos medios de pago y otros activos digitales.
¿Por qué es necesaria en una sociedad como la de hoy el dinero en efectivo?
Hay una cuestión fundamental que es el respeto de la libertad de elección. El efectivo está presente en la economía desde hace prácticamente 2.000 años, ha supuesto una referencia en términos de fiabilidad, de libertad, privacidad y contabilidad. Nosotros no estamos en contra de los sistemas de pago digitales, estamos a favor de la libertad de elección. Lo que es evidente es que en este momento hay una gran cantidad de personas que quieren que el efectivo exista y que utiliza el efectivo.
¿Cuáles son los peligros a los que se enfrentaría la sociedad en un mundo sin dinero en efectivo?
Hay varios peligros. Unos desde el punto de visto social. Hay grupos sociales que necesitan el efectivo, como son las personas mayores que por diversas razones no tienen capacidad para comprender cómo funciona el sistema digital; personas con discapacidad porque el efectivo es mucho más simple; también podemos pensar en personas que viven en lugares lejanos de las grandes urbes, lugares donde han ido desapareciendo las oficinas y los cajeros, y que no pueden acceder al sistema económico actual.
Por otro lado, nos encontramos con la cuestión de la privacidad. Todos los sistemas digitales trazan y siguen de forma precisa qué hacemos, dónde estamos, qué compramos, cuánto pagamos, quiénes somos. No estamos en contra de los medios digitales, pero este tipo de sistemas que se están implantando en China, por ejemplo, están reduciendo la capacidad de libertad de los ciudadanos en sus acciones, decisiones o desplazamientos.
Otro caso paradigmático es el de Suecia (donde el efectivo casi ha desaparecido), uno de los ejemplos más claros de lo que no se debe hacer con el efectivo. Ahora el Gobierno está intentando reintroducir el efectivo en la economía. La naturaleza de los billetes y las monedas es la que permite que el ciudadano garantice aspectos importantes de su libertad.
Nosotros comprendemos que existen una serie de ideas preconcebidas sobre el efectivo. Una de ellas es la típica imagen de la mafia italiana con maletines de efectivo por las calles de Chicago. Pero hoy el fraude está mucho más extendido en el sistema digital que en el efectivo, los grandes fraudes se producen a través de los sistemas digitales.
En mi opinión hay que diferenciar entre el uso del efectivo como medio de pago y como sistema de ahorro, ¿no cree que el efectivo tiene los días contados como medio de pago?
Hace 30 o 40 años hubo muchos profetas que anunciaron el fin del efectivo y, sin embargo, hoy el efectivo no ha desaparecido. Sin embargo, es cierto que el mundo digital y sus herramientas está atrayendo grandes cantidades de inversión y de números, pero a la hora de la verdad el número de personas que usan el efectivo es superior que el que usan el dinero digital, lo que ocurre es que en términos de volumen, los pagos digitales superan al efectivo, pero no en número de operaciones. De momento, el efectivo sigue gozando del apoyo de millones de personas, no solo porque dependan del efectivo, también por otro tipo de preferencias. No estamos viendo el derrumbe del uso del dinero en efectivo.
¿Cuál es el objetivo final del euro digital? ¿Pretende el BCE acabar con el dinero en efectivo?
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, realizó unas declaraciones en las que apostaba por el euro digital para intentar reducir las actividades fraudulentas. Yo mismo he escrito una carta a la presidenta del BCE diciéndole que esas declaraciones constituían una divagación sobre asuntos económicos importantes y al mismo tiempo he intentado hacerle ver que el respeto al efectivo sigue siendo uno de los aspectos básicos del funcionamiento de la economía de mercado en nuestro país, en Europa y en el resto del mundo.
Quiero creer que el euro digital viene a acabar con las criptomonedas, no con el dinero en efectivo. Parece que el objetivo del BCE es acabar con las criptomonedas adoptando su modo de funcionamiento. Es evidente que si el euro digital comienza a circular será muy complicado imaginar cuál sería el papel del dinero en efectivo, además tendríamos una serie de problemas enormemente complejos en el funcionamiento de las economías europeas.
En un entorno de tipos de interés negativos como el que ha existido hasta 2021, sin la existencia del dinero en efectivo (que permita de forma relativamente sencilla retirar el dinero del banco), los bancos privados habrían podido traspasar los tipos negativos a los ahorradores de forma sencilla, ¿no cree?
Al final, si acaban con el efectivo, lo que hacen es convertir el dinero público en dinero privado. Si el dinero público desaparece, estaremos sometidos a intereses, totalmente respetables, pero contrarios a los intereses de la colectividad. Para mantener el dinero público hay que preservar el dinero en efectivo.
¿Por qué los gobiernos insisten en reducir el límite de los pagos en efectivo?
El año pasado, un decreto-ley estableció la obligatoriedad de la aceptación del efectivo como medio de pago en la economía española. Al mismo tiempo, esa decisión fuerza a todos los establecimientos a aceptar el efectivo con una limitación de 1.000 euros. En estos momentos estamos intentando elevar ese límite que en otros países está en 2.500 euros y en algunos hasta en 5.000 euros. El propio BCE ha admitido que esos 1.000 euros es una cantidad muy pequeña.
¿Por qué en los países nórdicos no hay una defensa del efectivo tan férrea como en España o Alemania? ¿Es porque no hay economía sumergida?
Los datos nos dicen que la economía sumergida está más presente en el sector digital que en el dinero en efectivo. Los grandes números están en la parte digital, sobre todo hablando en términos de fraude.
Imagino que ustedes luchan contra la desaparición de cajeros, oficinas bancarias... en la España vaciada. Pero al final, la economía de mercado funciona de ese modo. Es decir, los bancos no están presentes donde ya no les es rentable estar. ¿Cree que usted que el sector público debería subvencionar o fomentar el acceso al efectivo en todos los lugares como se hace con la sanidad o la educación?
Cuando los bancos tienen dificultades económicas, lo primero que hacen es acudir al Estado para que les rescate. Esos mismos bancos que ahora tienen problemas para mantener los cajeros y oficinas en zonas poco pobladas acudieron al sector público cuando necesitaban ayuda. De modo que todos deberíamos mirar por los intereses colectivos y públicos. Así que estamos también estudiando formas de colaboración público-privadas con la ayuda de Correos, Diputaciones o ayuntamientos para mantener el acceso al efectivo.
Lo que no tiene sentido es que cuando tienen una situación crisis (los bancos) pidan ayudas públicas y cuando hay una situación de crisis para determinados sectores de la población no quieran participar en las posibles soluciones.
¿Qué opina de las criptomonedas y su anonimato? ¿Son una amenaza para el efectivo?
Yo veo en las criptomonedas una amenaza para el sistema económico, no tienen ningún sistema referencial con respecto a la moneda. No son un sistema para adquirir bienes y servicios, son un activo para jugar o para optar por opciones puramente especulativas. La inmensa mayoría de aquellos que adquieren criptomonedas lo hacen para jugar. Se ha podido ver como en algunos casos la catástrofe de las criptomonedas ha traído como consecuencia unas ruinas importantes, desde el punto de vista personal, pero también colectivo. Ahí tenemos el caso de El Salvador, por ejemplo.
Todos estos fenómenos, no solo las criptomonedas, también otros activos digitales, tuvieron un impulso importante con la pandemia. Cuando la situación se ha normalizado relativamente, las criptomonedas han saltado por los aires. Hay que tener cuidado, porque esto nos puede llevar a pensar que el euro digital (al ser lanzada por el BCE) puede ser una criptodivisa buena.
¿Cree que el efectivo estaría más cerca de la desaparición sin plataformas como la suya?
Por supuesto, desde el punto de vista de Denaria estoy muy satisfecho con el trabajo que hemos hecho. Hace poco más de un año esta plataforma no existía. Lo que hemos ido contemplando en este corto espacio de tiempo es que tenemos es que efectivamente tenemos una cierta capacidad de presencia. El hecho de que elEconomista.es nos esté haciendo una entrevista es una muestra de eso. Pero incluso gente de fuera de la economía o que no conocemos se nos acercan y nos agradecen el trabajo o que quieren participar de la forma que sea. Somos una plataforma ciudadana sin ideología política y abiertos a todos los pensamientos.
Fuente: El Economista