Seis de cada diez personas suelen mantener el efectivo como sistema indispensable para los gastos cotidianos. Porcentaje que aumenta en personas mayores de 55 años y en el medio rural.
Cuando nació la plataforma DENARIA, hace apenas tres años, pareciera como si cualquier tipo de transacción económica tuviera que ser realizada por medios digitales. Tanto era así que los que poseían y ofrecían los medios de esas características tenían como norma predicar la que calificaban como "temprana e inevitable desaparición de los milenarios billetes y monedas" de curso llamado legal. No era solo una profecía. Se presentaba casi como un mandato.
Y no es que cupiera negar la notable presencia de lo digital en los medios y sistemas de pago, pero la ola electrónica -en su obsesión por adquirir el monopolio del importante territorio- se empeñaba también en negar lo evidente: el efectivo seguía teniendo una importante presencia en diversos sectores de la ciudadanía global, necesitada e interesada, por una variedad de respetables y comprobables motivos, a que el uso de y el acceso al efectivo siguiera siendo una parte sustancial del panorama económico y social. En España y en todo el ancho mundo en el que siguen rigiendo las normas de comportamiento del sistema de la llamada economía social de mercado.
La DENARIA española quiso hacerse eco de esa demanda al comprobar, de un lado, la necesidad sentida por un sector importante y significativo de la población para poder contar con el dinero en efectivo como irremplazable sistema de relación en sus transacciones económicas. Y de otro, de forma paralela, la de atender en forma adecuada las perspectivas empresariales de aquellos sectores especializados precisamente en la producción, transporte y seguridad del efectivo.
En un contexto en el que la experiencia enseñaba y certificaba datos evidentes: nada como el efectivo garantiza, en las transacciones económicas, libertad, privacidad y control adecuado del gasto. Y economía en su utilización: a diferencia de lo que suele ocurrir con los sistemas digitales de pago, nadie cobra comisiones por la utilización del efectivo.
Ha sido práctica habitual en DENARIA -desde el comienzo de su existencia- el averiguar con precisión y a través de las correspondientes encuestas cual es la opinión y la práctica de los habitantes de este país sobre el uso del efectivo, junto con las relativas a los demás sistemas de pago. El resultado no puede ser mas claro: el efectivo sigue siendo el medio de pago más defendido por los encuestados, llegando al 95% de ellos en los últimos dos años.
Datos que demuestran que el dinero en efectivo sigue siendo utilizado
Sigue siendo el medio de pago que mayor porcentaje de personas utiliza a diario, llegando al 65% de las mismas: seis de cada diez personas suelen mantener el efectivo como sistema indispensable para los gastos cotidianos. En las personas de más de 55 años, las que poseen estudios básicos, las que sufren algún tipo de incapacidad o las que habitan en medios rurales, utilizan el efectivo a diario en mayor medida. Por lo que respecta a la edad, el uso del efectivo aumenta a medida que se registra su incremento: el 48% lo utiliza entre ellos más jóvenes y llega al 77% entre los mayores de 54 años.
Pero como era inevitable, en su tarea en defensa del efectivo y de la posibilidad de su uso, DENARIA ha debido hacer frente a su paralela exigencia: la de garantizar los medios de acceso al mismo. Cuestión esta que nos lleva directamente al sistema bancario y a las facilidades que este ofrece, a través de sus oficinas y cajeros, para la obtención del buscado efectivo.
Han sido razones de rentabilidad las que han llevado a los bancos a reducir de manera drástica el numero de sus oficinas durante la ultima década. Según los datos del Banco de España, entre 2013 y 2023 se cerraron en España 19.700 oficinas bancarias, un 53% del total existente. Solo en 2022 se cerraron 819 sucursales y no se abrió ninguna. La caída es superior en los municipios menos poblados: precisamente en 2022, por dar un dato, 26 municipios perdieron su única oficina bancaria y otros 40 se vieron privados del cajero que tenían.
Pese a todas estas circunstancias, la retirada de efectivo ha aumentado tanto en operaciones como en cantidades. En septiembre de 2023 se realizaron 174,2 millones de retiradas en las que se sacaron 31.456 millones de euros. Las operaciones habían aumentado un 0,35% con respecto al año anterior pero la cantidad de dinero retirado subió un 2,57%.
DENARIA: trabajo en defensa de los que prefieren el efectivo
En la prosecución de sus objetivos DENARIA ha venido desarrollando una actividad múltiple que cubre sectores públicos y privados, económicos y sociales, comunicativos e internacionales. E incluso en los últimos meses ha dado vida a una canal de denuncias - que puede ser localizado en la web de la plataforma - dedicado a facilitar la noticia de aquellas quejas de ciudadanos que, en contra de la legislación vigente, se ven privados de su derecho a utilizar el efectivo como medio de pago.
Por lo demás, DENARIA no ha dejado de hacer valer sus planeamientos frente a los organismo europeos y con satisfacción anota la creación en Portugal de una DENARIA lusitana, siguiendo el ejemplo de la española. Cuya aparición será reforzada por la celebración en Badajoz de una cumbre hispano-portuguesa donde las dos instituciones intercambiaran opiniones y modelos de cooperación,
Todo ello en el marco de los principios que dieron vida a DENARIA y que siguen constituyendo la razón de su existencia: la defensa de un sistema de pago que garantiza libertad, privacidad y control del gasto para los ciudadanos en la vida económica y social de las democracias contemporáneas.
Javier Rupérez es Presidente de la Plataforma DENARIA
Fuente: El Semanal Digital - ESDiario