El cierre de cajeros automáticos y de oficinas bancarias continúa. Y ya no sólo sucede en los pueblos. También los vecinos de numerosos barrios periféricos de las grandes ciudades denuncian la falta de sucursales y reclaman la instalación o el retorno del cajero. Desde la crisis financiera de 2008 se han cerrado el 61% de las oficinas bancarias y se han eliminado el 27% de los expendedores automáticos. Con este panorama y mientras el 65% de los Españoles paga a diario en efectivo, lo más utilizado, Comando Actualidad comprueba cómo conseguir monedas y billetes es una necesidad y una odisea que no afecta únicamente a los habitantes de la España rural, desvela por qué hay empresas privadas no bancarias que han entrado a formar parte del negocio, habla con la patronal bancaria, repasa los beneficios de la digitalización financiera y analiza si funcionan las otras alternativas para sacar dinero en efectivo: oficinas de Correos, gasolineras, supermercados, farmacias, administraciones de loterías o estancos.
Con este panorama, hay quien teme que el dinero en metálico acabe desapareciendo, algo que no quiere el 82% de los españoles. De momento, en España, pagar en efectivo hasta un límite de 1.000 euros es un derecho reconocido por la ley. Y hay previstas sanciones de entre 150 y 10.000 euros para quien no lo acepte. “Yo pago en efectivo todo lo que puedo. El dinero en metálico es el ancla del sistema financiero, nos da privacidad y autonomía y, ante posibles ciberataques o caídas de electricidad, es un método de contingencia. Y los cajeros automáticos dinamizan la actividad económica de la población donde están”, defiende Concha Jiménez, exdirectiva del Banco de España y miembro de la Plataforma Denaria, que defiende el dinero en efectivo como bien social y público. Porque, según datos del Banco de España, el 65% de los españoles paga a diario en efectivo, lo más utilizado seguido de tarjetas (32%) y dispositivos móviles (10%).
Fuente: rtve