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Jaén gets its ATMs back: ‘At last I can withdraw money in my town!

Miguel Martínez, de 66 años, no podía imaginar que el mismo día en que se jubilaba oficialmente le iban a sorprender con la apertura de un cajero automático justo al lado de su casa. “Ya no tendré que desplazarme a pueblos próximos a sacar dinero, como hacemos todos los meses”, indica este agricultor de Espeluy (Jaén), la localidad de 600 habitantes que ha hecho posible que la provincia jiennense se convierta en la primera del país en lograr la inclusión financiera: todos sus municipios cuentan con una sucursal o, al menos, un dispensador de dinero en efectivo. Los vecinos celebraron con júbilo, como si un día de fiesta se tratara, la llegada del primer cajero automático al pueblo y también la oficina bancaria, un sueño que venían persiguiendo desde hace años.

Según el Observatorio de Inclusión Financiera del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), la exclusión financiera afecta todavía en España a más de la mitad de los municipios (4.401), aunque el tamaño pequeño y el carácter rural de estas localidades que no tienen ni sucursal bancaria hace que la población afectada apenas suponga el 3,3% del total. Si se tienen en cuenta adicionalmente los cajeros automáticos de las entidades de depósito, la cifra de ayuntamientos sin estos dos puntos de acceso bancario es menor aún (3.885 municipios, 47,8% del total) y en ellos residen 1.119.681 habitantes (2,3% del total).

Solo las ciudades de Ceuta y Melilla disfrutaban hasta ahora de la inclusión financiera en sus territorios. Y fuera de la Península las Islas Canarias, que el 10 de septiembre completaba la red de cajeros en Betancuria (Fuerteventura), la población que faltaba para tener cobertura financiera en el 100% de los municipios en el archipiélago. A este club se une ahora Jaén, y muy cerca de salir de la exclusión financiera se encuentra Cádiz, con dos pueblos sin cubrir, de acuerdo con el IVIE.

Guadalupe Basasoro, de 58 años, es otra vecina de la Estación de Espeluy que hace cola en el cajero automático que acaba de implantar la Caja Rural de Jaén. “Es un pueblo muy envejecido y cada mes teníamos que acompañar a varios ancianos a otros pueblos vecinos a cobrar su pensión o a pagar recibos”, explica esta mujer que es también delegada de Cruz Roja en el pueblo.

“Para nosotros es un día histórico, se hace realidad un sueño de muchos años y que era una de las principales demandas de todos los ciudadanos de Espeluy”, comenta, sin poder ocultar su entusiasmo, el alcalde, Sebastián Lijarcio, a las puertas de la nueva sucursal bancaria abierta en un edificio cedido por el Ayuntamiento. La caja de ahorros y el cajero automático se encuentran a escasos 100 metros de las vías del tren, un símbolo que añora un pasado esplendoroso —Espeluy llegó a ser un importante nudo ferroviario del sur de España— y ahora evidencia la decadencia y el envejecimiento del pueblo. “La merma de población que año tras año vienen sufriendo todas las zonas rurales afecta sobre todo a nuestros mayores, por eso era tan importante contar con una entidad bancaria y combatir así a la despoblación”, añade el joven regidor local.

La provincia jiennense cuenta con 337 oficinas bancarias (822 si se incluyen los cajeros), de las que 167 llevan el sello de la Caja Rural de Jaén que también tiene sucursales en Madrid, Sevilla, Córdoba y Hospitalet. “Nuestra vocación y nuestro ADN tiene que ver con el desarrollo social y económico de nuestros pueblos, de ahí nuestro compromiso y de que hayamos logrado estar presentes en cada uno de los 97 municipios de la provincia”, explica Juan Gallego, director de sucursales de esta entidad muy ligada al sector agrícola y que, aunque forma parte del grupo confederal de cajas rurales, funciona de forma independiente y con personalidad propia.

Una discriminación en retroceso

Los datos del IVIE constatan que la reducción que ha tenido lugar en 2023 en el número de oficinas y cajeros automáticos de las entidades de depósito no se ha traducido en un aumento de la exclusión financiera, dada la existencia de otros puntos de acceso a los servicios bancarios, como son los agentes financieros, las oficinas móviles (ofibuses), la red de oficinas de Correos, el cash back y también la red de cajeros de terceros operadores no bancarios. Gracias a las medidas adoptadas por el sector bancario, se ha logrado que la exclusión financiera haya caído en 2023 un 38,4% por número de municipios y un 71,5% en términos de habitantes. Si a estas iniciativas sumamos la red de cajeros de empresas privadas, la población excluida se limita al 0,90% del total.

El mayor porcentaje de la población con problemas de accesibilidad a los servicios bancarios reside en municipios muy pequeños. Así, en diciembre de 2023, el 96,6% de los pueblos que no disponen de ningún punto de acceso presencial tiene menos de 500 habitantes (2.585 municipios). En esos municipios vive el 82,8% de la población excluida. Los que tienen más de 500 habitantes sin puntos de acceso solo son 90. De 501 a 1.000 habitantes hay 75, de 1.001 a 2.000 hay 14 municipios y de más de 2.000 solo uno.

Los municipios que no tienen ningún punto de acceso presencial a servicios bancarios son de tamaño muy pequeño (solo 161,5 habitantes, frente a 8.722,6 del resto de municipios que sí tienen), con una densidad de población muy reducida (5,1 habitantes por kilómetro cuadrado), de carácter mayoritariamente rural, con una renta por hogar algo más baja (un 11,4% inferior), con un mayor porcentaje de población de 65 o más años y, por tanto, con una edad media superior (55,5 frente a 48,2 años), según recoge el Observatorio de Inclusión Financiera.

Aunque la red de oficinas bancarias de las entidades de depósito en España siguió cayendo en 2023, el ritmo es muy inferior al de 2022. Así, mientras que en 2022 la reducción fue del 7,2% (1.367 oficinas menos), en 2023 fue solo del 0,3% (45 menos). De esta forma, la cifra a diciembre de 2023 se situaba en 17.603 oficinas. Desde el pico máximo alcanzado en septiembre de 2008 la reducción es del 61,5%, lo que supone en términos absolutos 28.104 oficinas menos. Y sorprende también la caída en la red de cajeros automáticos. Desde su nivel máximo en 2008, la reducción es del 29,9% (18.451 menos)

Con todo, a pesar de la reducción del número de oficinas y cajeros, España sigue teniendo una de las redes más densas de la Unión Europea teniendo en cuenta el número de habitantes a los que prestan servicio. Así, frente a 3.367 habitantes por oficina en promedio en el ámbito comunitario, en nuestro país es de 2.657, manteniéndose un año más como la tercera red más densa solo por detrás de Bulgaria y Francia. Si sumamos oficinas y cajeros, en España hay 1,41 puntos de acceso por cada 1.000 habitantes, frente a 0,98 de media en la eurozona. Es el tercer dato más elevado por detrás solo de Austria y Portugal y un 44% superior a la media de la UE.

Fuente: El País