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Less cash, more spending? A meta-analysis of the ‘Cashless’ effect

Un nuevo artículo de investigación titulado “¿Menos efectivo, más gasto? Un metaanálisis sobre el efecto 'Cashless'” (“Menos efectivo, más gasto”), de Lachlan Schomburgk (Universidad de Adelaida), Alex Bellib (Universidad de Melbourne) y Arvid O.I. Hoffmann (Universidad de Adelaida), explora cómo los métodos de pago sin efectivo, como las tarjetas de crédito y los pagos digitales, influyen en el gasto de los consumidores en comparación con el efectivo.

Presentamos el efecto ‘cashless’

El “efecto cashless” se refiere a un fenómeno por el cual los consumidores tienden a gastar más cuando utilizan métodos de pago sin efectivo en lugar de efectivo. Este ha sido un hallazgo constante en los últimos 40 años de investigación. La razón detrás de este efecto a menudo está vinculada al “dolor de pagar”, la incomodidad psicológica que se experimenta al gastar dinero. Al pagar con efectivo, el dolor de pagar es más fuerte porque el dinero se entrega físicamente, lo que hace que la pérdida sea más tangible. En cambio, los métodos sin efectivo, como las tarjetas de crédito o los pagos móviles, reducen este dolor, lo que facilita que los consumidores gasten más.

Dinámica cambiante en un mundo digital

Con la creciente popularidad de los pagos digitales, los investigadores han cuestionado si el “efecto cashless” todavía se mantiene. Los consumidores están más familiarizados con los pagos digitales ahora, lo que podría reducir el impacto psicológico del uso de dichos métodos. Además, algunos estudios han cuestionado la solidez del “efecto cashless”, sugiriendo que podría estar influenciado por diferentes factores y variar en diferentes situaciones.

Principales conclusiones del metanálisis

Este estudio sintetiza datos de 71 artículos y 392 estudios individuales para comprender mejor el “efecto cashless”. El metanálisis revela varias ideas importantes:

  • Efecto pequeño pero significativo: hay un aumento pequeño pero estadísticamente significativo en el gasto del consumidor cuando se utilizan métodos de pago digitales en comparación con el efectivo.

  • No hay una fuerte influencia de las características del método de pago: Las características de los métodos de pago digitales (por ejemplo, si el pago es diferido o inmediato, o si el método de pago se parece al efectivo) no afectaron significativamente el “efecto cashless”.

  • Impacto de las situaciones de consumo y el contexto: El efecto sin efectivo es más fuerte en algunos contextos y más débil en otros:

    • Más fuerte para el consumo ostentoso: Cuando las personas compran artículos para presumir o señalar su estatus social, el “efecto cashless” es más pronunciado.

    • Más débil para el gasto prosocial: El efecto es menos notorio en situaciones en las que el gasto beneficia a otros, como las donaciones o las propinas.

    • Los ciclos económicos importan: El “efecto cashless” tiende a ser más fuerte durante los períodos de crecimiento económico y más débil durante las recesiones económicas.

  • El “efecto cashless” se ha debilitado con el tiempo: A medida que las personas se han acostumbrado más a los pagos sin efectivo, la diferencia en el comportamiento de gasto entre los métodos con efectivo y sin efectivo ha disminuido.

El papel del "dolor de pagar"

La teoría principal que explica el “efecto cashless” es el "dolor de pagar". Los pagos en efectivo generan una mayor sensación de pérdida porque el dinero se entrega físicamente, lo que lleva a un gasto más prudente. En cambio, los pagos digitales reducen el dolor de pagar, lo que permite un gasto más espontáneo y mayor. Otras teorías sugieren que los pagos digitales también pueden hacer que las compras anteriores sean menos memorables, lo que lleva a un mayor gasto, o que la comodidad de los pagos sin efectivo facilita un mayor gasto.

Implicaciones para los minoristas, los consumidores y los responsables de las políticas

Los hallazgos tienen importantes implicaciones prácticas:

  • Minoristas: las empresas pueden aprovechar los métodos de pago sin efectivo para fomentar un mayor gasto. Esto es especialmente relevante para las marcas y productos de lujo en los que el estatus social es un factor.

  • Consumidores: los pagos digitales tienen un potencial inconveniente, ya que pueden conducir a un gasto excesivo. Los consumidores deben ser conscientes de esta tendencia y gestionar sus hábitos de gasto en consecuencia.

  • Responsables de las políticas: si bien los pagos digitales ofrecen comodidad, existen preocupaciones sobre el bienestar financiero, en particular si los consumidores se ven empujados al endeudamiento por el gasto excesivo. Es posible que las regulaciones deban abordar los riesgos asociados con la sociedad sin efectivo.

Futuras direcciones de investigación

El documento sugiere varias áreas para futuros estudios:

  • Exploración de nuevos métodos de pago: a medida que evolucionan los pagos digitales, será importante comprender cómo los nuevos métodos como los esquemas de “compra ahora y paga después” afectan el comportamiento del consumidor.

  • Estudios longitudinales: la investigación debe considerar cómo los hábitos de gasto cambian con el tiempo con la exposición continua a los pagos digitales.

  • Diferencias culturales: el efecto puede variar en diferentes contextos culturales, lo que sugiere la necesidad de realizar estudios transculturales.

Los pagos digitales influyen en el comportamiento de pago

La investigación confirma que los pagos digitales aún influyen en el comportamiento de gasto, aunque el efecto es menor que en el pasado. Está determinado por diversos factores, como las situaciones de consumo, las condiciones económicas y el paso del tiempo. Estos conocimientos pueden ayudar a las partes interesadas a tomar decisiones informadas sobre las opciones de pago en un mundo que se digitaliza rápidamente.

Fuente: Cash Essentials