Observatorio

La ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) publicó en julio su Informe sobre la Economía Digital 2024, en el que destaca el significativo impacto ambiental del sector digital global y la carga desproporcionada que soportan los países en desarrollo.

El pasado mes de diciembre el Banco Central Europeo (BCE) publicaba un informe en el que abordaba varias cuestiones referentes al efectivo, entre las que destacaban el acceso al mismo, su aceptación y su impacto ambiental.

El informe Efectivo: Hoja de ruta hacia la sostenibilidad, pone de relieve los progresos realizados en la última década por la industria del efectivo para reducir su impacto ambiental. Desafía también algunos de los mitos y conceptos erróneos sobre sector, al tiempo que cuestiona cualquier idea de que los pagos digitales son una alternativa de bajo impacto en carbono al dinero en efectivo.

Cuando pensamos en medioambiente, rápidamente nos viene a la cabeza, polución, vertidos, desforestación, etc. Pero es importante comprender que las tecnologías de la información (TI) empleadas en las empresas también dejan una huella importante, especialmente tras la aceleración digital que ha supuestos la pandemia del Covid-19.  ¿Se están centrando las organizaciones lo suficiente en hacer sostenibles estas herramientas?